10 de febrero de 2015

Del invierno


Yo no quiero hablar de ti, no quiero hablar de ti,
pero si me encuentras conduciendo allí
recuérdame que deje flores en su puerta.

Yo no quiero hablar de ti, no quiero hablar de mi,
saldrá el último vuelo, dirán los altavoces
de todo el aeropuerto
que tienes que marcharte
y allí no podrás localizarme.

Yo no quiero hablar de ti, no quiero hablar de ti,
mi coche está parado en mitad de la autopista,
sigo durmiendo dentro de aquella noche fría,
regalo de bodas del invierno.

No hay manta, café, no hay nada ardiendo,
no hay casa, no hay hijos ni perro.
No hay nadie que peine mi cabello,
no hay nadie que seque mi cabello.


Zahara