7 de octubre de 2014

Olas de plata


Las calaveras
siempre tienen hambre
de los buitres que
nos sobrevuelan.

Y en tus caderas
se quedó el enjambre
color añil
de la azotea.

Y la brisa se hace fuerte
en las pateras.

A veces Dios resucita
sin matiz de agua bendita
sino que se echa un anís

pa la fatiga
y luego cita de rodillas
al porvenir.

Por venir olas de plata
sirenas que empujen a este barco
y que vayan a por viento
velas y veletas
que yo no tengo más norte
que tus labios.

En las recetas
de los traficantes
la sangre a borbotones
cubre el cielo.

Y en la vereda
que da a tu hambre.
El huerto abastecido
al que me debo.

Y la risa se hace fuerte en tu escalera
a veces Dios nos vomita
su calvario y sus espinas
y se echa un poco de anís

pa la fatiga
y luego rompe las costillas
el porvenir.

Por venir olas de plata
sirenas que empujen a este barco
y que vayan a por viento
velas y veletas
que yo no tengo más norte
que tus labios.

Si naufrago en este sueño
en que me miras
es que tengo el pasaporte sólo
de salida.

Y si insisto en los mensajes
de la risa
es que no creo en el cuerpo ni en las
despedidas.

Carlos Chaouen