22 de septiembre de 2014

Más de un 36


Cuando baja la marea, cuando aprieta el corazón,
ahí estas tú y yo, contigo adentro.

Cuanto más dura es la pena más cargado viene el ron,
me está diciendo la razón: esta noche fue la buena.
Llevo lo de ayer a cuestas, más te quiero, me quedé mirándote
a duermevela.

Desconozco bien tu nombre, calzas más de un 36,
hueles a azahar también, sé que bebes ron a secas.

¡Hey! Despierta...

Sabes cómo ayer, con la boca más seca, el sexo que se fue
sonríe en la despensa, como puede ser
que lleves en la piel agua y arena.

Tardas en amanecer,
me pierden las maneras, lo que no se ve,
es lo que antes despierta, vuélveme a querer
como lo hiciste ayer bailando lenta.

Tras un ojo llega el otro, tras un polvo otro más largo,
hay un gato en el tejado que me vio llorar.
Te estás perdiendo un verano concentrado en la mañana,
me estoy preguntando si te quedarás
pasado el escenario...

Ya he pasado por ti,
tenías otros nombres, mismas ganas de reír,
vestías otro acento, en el pelo flores.

Creo que ya he estado aquí,
eres la del cuerpo de flores, la del mes de abril,
la que hizo en la guitarra marcas que hacen cicatriz.
Te veo sobre la cama y quiero quedarme a vivir
y no sé ni tu nombre.

Tras un ojo llega el otro, luego ciérrame los labios.
Hay un gato en el tejado que me hace llorar.
Cuando baje la marea...


Andrés Suárez