28 de agosto de 2013

40 días en el desierto


Toneladas de amargura se amontonan
en la entrada al paraíso al ponerse el sol.
La multitud en la penumbra
en busca de un interruptor,
nadie está libre de culpa.

El vendedor de sueños nos ofreció su mercancía
a mitad de precio por liquidación.
Colgará el cartel de cierre,
su mundo se desvaneció,
nada es como él creía.

Mi cuerpo pide tierra, mi alma pide cielo.
Sigo sin respuestas pero tengo sed
porque llevo 40 días en el desierto,
creo que ya es hora de volver.

El niño de mirada triste sonríe en la foto,
sostiene entre sus manos un Kalashnikov.
¿Recuerdas cuando me dijiste 
que todo iba a ir mejor?
Otro sueño que se ha roto.

Mi cuerpo pide tierra, mi alma pide cielo.
Sigo sin respuestas pero tengo sed
porque llevo 40 días en el desierto,
creo que ya es hora de volver.

Ya es hora de volver...


José Ignacio Lapido